[...] se tiene la noción, muy válida para algunos, de que los lectores sólo vamos a los libros para descansar o para divertirnos, pero yo voy a los libros con el afán de pensar con otro. Los libros que me han conmovido, que han marcado mi vida, son los que me hacen pensar –pensar en el sentido más amplio de la palabra, no nada más en este rollo abstracto intelectual altamente solemne y aburrido; pensar en el sentido de perderse; pensar en el sentido de deambular por un cuarto hasta encontrar la ventana o producir la puerta–. No creo que exista algo más interesante, más apasionante, más material, que tratar de interactuar con el mundo y pensar y construir universos con alguien más... Cristina Rivera Garza