Nunca más Ítaca, 1
Desterrado
Desterrado de tu cuerpo
de tus besos de tu mirada
Desterrado del aliento
que me inspira a decir tu nombre
a perderme en cada una de sus letras
de sus aspiraciones
de sus límites
del mar embrabecido
lleno de lujuría.
Condenado a vagar sin rumbo
por cada uno de los siete mares
condenado a ser émulo al judio errante
condenado como Moisés a no entrar a la tierra prometida
condenado a ser
sí a ser
inmóvil eterno uno-para-sí-mismo
condenado al ego eco de mi voz hueco de mi voz
condenado al nunca más
El desterrado
sabe
tiene tatuado en su cuerpo el destino
que una vez que sale de Ítaca
todo dejará de ser
y las Ítacas nunca más serán las mismas.
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