Diccionario editorial: Editor
l viernes comencé con la lectura del libro Cultura escrita, literatura e historia de Roger Chartier pues el autor fue una recomendación de mi asesor para seguir trabajando el tema de la tesis. Decidí empezar por este libro ya que, en palabras del editor, es un libro que sirve para acercar al lector en el pensamiento del historiador francés. Hay muchas cosas que luego retomaré y las comentaré en el blog.
Hoy voy hablar, desde lo dicho por Chartier, sobre lo que es el editor, no sin olvidar que su etimología proviene del verbo edere, "publicar, sacar a la luz". Para Chartier, la cultura impresa, en todas sus dimensiones, se pueden asociar con la figura del editor, con la práctica de la edición, a la elección de los textos, al negocio de los libros y al encuentro con un público de lectores. Entonces, para responder ¿qué es un editor?, hay que hacerlo desde las citadas dimensiones.
Chartier dice que la figura del editor nació en el decenio de 1830, en Francia, pues es cuando la figura del editor se hace autónoma, es decir, ya no es el librero ni el impresor el que publica los libros. Por otro lado, la nueva definición del oficio crea una relación con los autores, la elección de los textos (catálogo), la selección de las formas del libro y la figura del lector.
Es desde la Edad Media donde empieza distinguirse la definición moderna del editor y de la edición o de otras formas de publicación. Una primera forma de edición, de publicación, fue con la lectura en voz alta de un texto nuevo, que era la práctica de las universidades o de las cortes medievales (aún podemos apreciarlo en las presentaciones de libros). El otro modelo es cuando la edición del libro impreso se vincula con el comercio de librería, en este momento la figura central es el librero editor. Como es de esperarse, en el segundo modelo el capital mercantil es fundamental ya que define el poder del mundo de la cultura impresa (taller tipográfico-impresor-catálogo). Además, lo que un librero editor vende se incrementa con el intercambio del catálogo de otros libreros editores.
Finalmente estos dos modelos derivan en la definición moderna de editor, ese ente que tiene un oficio particular, definido mediante criterios intelectuales más que técnicos o comerciales. Si bien es cierto que los editores tienen una cierta actividad comercial (sobre todo en nuestro país con las editoriales independientes), lo que en realidad define el oficio del editor es el de coordinar todas las posibles selecciones que llevaban a un texto a libro, y al libro en mercancía, y la mercancía en objeto difundido, recibido y leído, es decir, el editor unifica todos los procesos que hacen de un texto un libro.
Hoy voy hablar, desde lo dicho por Chartier, sobre lo que es el editor, no sin olvidar que su etimología proviene del verbo edere, "publicar, sacar a la luz". Para Chartier, la cultura impresa, en todas sus dimensiones, se pueden asociar con la figura del editor, con la práctica de la edición, a la elección de los textos, al negocio de los libros y al encuentro con un público de lectores. Entonces, para responder ¿qué es un editor?, hay que hacerlo desde las citadas dimensiones.
Chartier dice que la figura del editor nació en el decenio de 1830, en Francia, pues es cuando la figura del editor se hace autónoma, es decir, ya no es el librero ni el impresor el que publica los libros. Por otro lado, la nueva definición del oficio crea una relación con los autores, la elección de los textos (catálogo), la selección de las formas del libro y la figura del lector.
Es desde la Edad Media donde empieza distinguirse la definición moderna del editor y de la edición o de otras formas de publicación. Una primera forma de edición, de publicación, fue con la lectura en voz alta de un texto nuevo, que era la práctica de las universidades o de las cortes medievales (aún podemos apreciarlo en las presentaciones de libros). El otro modelo es cuando la edición del libro impreso se vincula con el comercio de librería, en este momento la figura central es el librero editor. Como es de esperarse, en el segundo modelo el capital mercantil es fundamental ya que define el poder del mundo de la cultura impresa (taller tipográfico-impresor-catálogo). Además, lo que un librero editor vende se incrementa con el intercambio del catálogo de otros libreros editores.
Finalmente estos dos modelos derivan en la definición moderna de editor, ese ente que tiene un oficio particular, definido mediante criterios intelectuales más que técnicos o comerciales. Si bien es cierto que los editores tienen una cierta actividad comercial (sobre todo en nuestro país con las editoriales independientes), lo que en realidad define el oficio del editor es el de coordinar todas las posibles selecciones que llevaban a un texto a libro, y al libro en mercancía, y la mercancía en objeto difundido, recibido y leído, es decir, el editor unifica todos los procesos que hacen de un texto un libro.
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