La tiendita de los errores, I
Es lamentable que la institución gubernamental encargada de educar a un país tenga libros de texto con una cantidad aterradora de errores. En el análisis que he hecho de los libros de texto de quinto y sexto año de primaria, he descubierto que los libros están redactados con las patas. Por eso el departamento de Cuidado editorial de la Subsecretaría debería llamarse DesCuidado editorial. Los errores van desde la gramática, la sintaxis, los problemas de inteligencia y el pésimo cuidado de la colección. Cada libro es diferente en su diseño, no hay un orden que le ayude al lector (en este caso a los niños y los maestros) a abstraer todos los libros que los acompañarán durante todo un año.
Para muestra de los errores vean la siguiente imagen:
De entrada lo circulado con rojo nos indica que hay una terrible confusión entre el verbo haber y el verbo hacer. Lo que se le está pidiendo al alumno es que haga siempre lo mismo con los tiempos de las sílabas. Es decir, ese has debería ser haz porque es el imperativo del verbo hacer.
Por si no fuera poco vemos en la imagen que literalmente la sílaba un está acentuada. Creo que para fines educativos hubiera sido más sencillo poner un punto negro abajo de la vocal que poner un diacrítico. En fin, ahora entiendo porque los alumnos cada vez tienen una escritura más deficiente. El problema no sólo son los maestros, también los editores, los académicos, los correctores de estilo y todos los involucrados en los planes de estudio y la creación de los libros.
Para muestra de los errores vean la siguiente imagen:
De entrada lo circulado con rojo nos indica que hay una terrible confusión entre el verbo haber y el verbo hacer. Lo que se le está pidiendo al alumno es que haga siempre lo mismo con los tiempos de las sílabas. Es decir, ese has debería ser haz porque es el imperativo del verbo hacer.
Por si no fuera poco vemos en la imagen que literalmente la sílaba un está acentuada. Creo que para fines educativos hubiera sido más sencillo poner un punto negro abajo de la vocal que poner un diacrítico. En fin, ahora entiendo porque los alumnos cada vez tienen una escritura más deficiente. El problema no sólo son los maestros, también los editores, los académicos, los correctores de estilo y todos los involucrados en los planes de estudio y la creación de los libros.
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